Las várices son una enfermedad circulatoria que afecta principalmente a las venas de las piernas. Se trata de dilataciones venosas que no poseen la capacidad de lograr que la sangre llegue de forma eficaz nuevamente al corazón. Es decir, que se trata de venas “enfermas” que ya no cumplen su función.
Las varices las pueden tener tanto mujeres como hombres, sin embargo hay mayor porcentaje de mujeres que las padecen. Una de cada diez personas tiene várices. Las várices no son solamente un problema estético, sino que las personas que las poseen pueden presentar diferentes síntomas como calambres, pesadez en las piernas e incluso dolor.
Las várices se pueden clasificar en 3 tipos:
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Várices pequeñas ó arañas vasculares: se trata de aquellas várices de tamaño pequeño y planas. Este tipo de várices suele representar solamente un problema estético aunque en ciertos casos puede dar la sensación de pesadez o cansancio en las pierna.
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Várices medianas ó reticulares: son aquellas várices de tamaño mediano que ya generan molestias y problemas de salud como la flebitis dolorosa o varicorragias, que son pequeños sangrados de las venas.
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Várices grandes ó tronculares: son el tipo de várice más agudo, necesariamente requieren de tratamiento ya que pueden afectar la salud, provocando úlceras, dolores, trombosis, etc.
No todas las varices necesitan de una operación, existen diferentes tratamientos antes de llegar a operarlas, sin embargo será el especialista quien evalúe cada caso y proponga los pasos a seguir. Generalmente se acude a la operación cuando el paciente posee mucho dolor, presenta eccemas, si existen complicaciones como flebitis, ulceras o varicorragias o cuando el paciente lo solicita por razones estéticas.
Además de los tratamientos quirúrgicos existen otros tipos de tratamientos como los tratamientos médicos y los tratamientos no quirúrgicos como la esclerosis, la crioesclerosis, los tratamientos con laser o con espuma.
Las várices pueden aparecer por diferentes causas, sin embargo la más común es el mal funcionamiento de las válvulas de las venas de las piernas, las que no logran circular correctamente la sangre la sangre hacia el corazón. Esto provoca que se genere mucha presión en las piernas dando lugar a la hinchazón.
Existen algunos factores que pueden favorecer la aparición de las várices, entre ellas el sobrepeso, la constipación, el embarazo, el uso de pastillas anticonceptivas, tener antecedentes familiares y el mantenerse muchas horas de pie.
Pero hay algunos consejos que podemos tener en cuenta para evitar que las várices aparezcan:
- Realizar una dieta balanceada.
- Realizar ejercicios (el yoga es muy bueno para mantener las piernas en forma y eliminar las várices).
- Beber 2 litros de agua por día.
- Evitar permanecer mucho tiempo sentada con las piernas cruzadas.
- Evitar las prendas de vestir muy apretadas.
- Evitar exponer las piernas a un calor excesivo.
- Dormir con los pies más elevados que la cabeza.
- Mantener la piel hidratada.
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