
Los polvos bronceadores son un gran aliado del maquillaje cuando deseamos lograr un efecto bronceado o sacar la palidez del rostro. Son muy fáciles de aplicar y hacen que el rostro luzca perfecto.
Muchas mujeres lo utilizan cuando llega la primavera o el verano y quieren lograr un efecto bronceado sin necesidad de exponerse a los rayos solares, otras sin embargo prefieren utilizarlos durante todo el año. Como siempre en el maquillaje todo es cuestión de gustos personales y estilos.
Los polvos bronceadores también son conocidos como polvos de sol o terracota, por lo general vienen en 2 presentaciones: como polvo compacto o en perlas. Existen diferentes tonalidades para que cada una pueda utilizar el color que mejor combine con su tez o para lograr diferentes efectos de bronceado.
Preferentemente si su tono de piel es claro, los polvos en tonos beige con matices rosados o durazno son los más aconsejables porque aportan calidez, en cambio si su piel es oliva son recomendables los tonos dorados y para pieles morenas los cobrizos son los colores por excelencia.
Los polvos compactos no solamente logran dar al rostro un efecto bronceado sino que además iluminan, con ellos se pueden hacer correcciones en el rostro, dar forma y esculpirlo, eliminar redondeces o marcar volumen. También pueden utilizarse como sombra de ojos, para fijar el maquillaje o como rubor o polvo compacto.
No solamente existen diferentes tonos de polvos bronceadores sino que pueden ser brillosos o mate y cada uno de ellos logra diferentes efectos. Los tonos mate brindan calidez y los brillosos aportan destellos naturales al cutis, sin embargo estas últimas no son aconsejables en pieles maduras ya que suelen resaltar las arrugas. También hay que tener en cuenta que los tonos mates envejecen, con lo cual para pieles maduras lo ideal es utilizar una combinación de ambas y utilizarlas en un punto justo, sin excederse.
Los polvos bronceadores se aplican con una brocha, preferentemente de forma redonda. Se aplican en la zona de mejillas, frente y barbilla procurando difuminar el color. Al finalizar aplicar un poco de polvo en el cuello para emparejar el tono. Otra opción es aplicarlo por todo el rostro y cuello sin dejar huecos para lograr un efecto más bronceado y luego iluminar con más producto o con un rubor o polvo la zona de frente, mejillas y barbilla.
Como verán los polvos bronceadores son un complemento ideal y un producto de maquillaje que no puede faltar en el kit de maquillaje básico de toda mujer.