
Ya los egipcios y los romanos lo utilizaban para poder aclarar sus rostros, es el producto de maquillaje más antiguo y hoy en día sigue siendo fundamental para lograr un maquillaje perfecto.
El polvo se utiliza para fijar el maquillaje luego de haber colocado base y corrector, de ésta manera además de fijar el maquillaje para lograr un efecto duradero, también logra unificar el tono de la piel y lograr un efecto más natural.
El polvo se puede utilizar en toda la cara o en diferentes zonas para marcar o iluminar. Se puede aplicar tanto con cisne como con brocha.
Para aplicar el polvo con cisne lo ideal es apoyar el cisne sobre el producto, luego sacudir para eliminar el exceso de polvo y por último colocarlo sobre el rostro ejerciendo pequeñas presiones, de ésta manera se logrará sellar el maquillaje.
Aplicar el polvo con brocha es muy sencillo, se pasa el pincel sobre el polvo, se quita el excedente sacudiéndolo o soplando y luego se procede a colocarlo sobre el rostro. Se puede aplicar en todo el rostro ó en las zonas que lo desee.
En cuanto a las brochas cabe aclarar que existen diferentes formas y tamaños que se utilizan para lograr diferentes efectos.
- La brocha triangular ó abanico sirve para llegar a todas las zonas del rostro y es ideal para quitar el exceso de maquillaje de forma pareja.
- La brocha afinada se utiliza para iluminar párpados, pómulos y sien y para sombrear los contornos de la cara.
- La brocha redondeada se utiliza para afinar la cara y la nariz, destacar pómulos, y achicar mentón y frente. Como también es ideal para colocar el rubor, si tiene que optar por una brocha multiuso, ésta sin dudas es la ideal.
¿Cómo elegir la mejor brocha? Es muy sencillo, ya sea a la hora de comprar brochas o pinceles, debe tener en cuenta que éstas deben ser flexibles, suaves y las cerdas no deben abrirse con facilidad. Las mejores son las de pelo de marta y definitivamente debe descartar las sintéticas ya que suelen raspar la piel.
Existen diferentes tipos de polvo entre ellos: bronce con brillo, traslúcido, compacto y compacto cremoso.
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Bronce con brillo: Se aplica mejor con brocha que con cisne, se utiliza muy poco y se debe quitar el excedente para evitar que se introduzca en las arrugas e imperfecciones.
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Traslúcido: se puede utilizar en todo tipo de piel, ideal para utilizarlo durante el día y para otorgar un look más natural. También ayuda a bajar el tono cuando el maquillaje queda muy marcado.
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Compacto: excelente fijador, de larga duración, ideal para pieles grasas.
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Compacto cremoso: es ideal para pieles secas, es muy cubritivo. Se puede aplicar con una esponja de látex apenas humedecida y reemplazarlo por la base.
Por último vamos a hablar de los colores. Hay gran variedad de colores pero siempre se debe tener en cuenta que el objetivo del polvo no es otorgar el color, sino fijar el maquillaje por lo que se recomienda utilizar el mismo tono de la piel o apenas un poco más claro. De todas maneras los diferentes tonos tienen distintas funciones y a continuación pasaremos a describirlas:
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Beige claro: éste color le queda muy bien a personas con un tono de piel intermedio (ni muy blanco, ni muy moreno). Sirve para iluminar ojeras, bordes de nariz, mentón y frente.
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Tierra: es un tono ideal para otorgar profundidad, así como también para disimular la papada ó achicar la frente.
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Blanco: otorga luz en zonas específicas como ser: debajo de las cejas, sienes y párpados.
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Neutro: ideal para todo tipo y color de piel, no se nota al aplicarlo, es el color ideal.
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Tierra rojiza: se utiliza para resaltar el rostro, para darle vida cuando el maquillaje quedó apagado.
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Marrón: este color queda muy bien para otorgar profundidad en los pómulos. También puede aplicarse en pequeñas cantidades en la nariz y en la frente siempre cuidando que el tono quede suave.