
Los tonalizadores son los encargados de modificar visualmente la forma del rostro, otorgándole la armonía necesaria a través de los distintos sombreados.
Se aplica luego de la base y el polvo volátil y el secreto de ellos radica en la correcta elección del color a utilizar para lograr los efectos deseados y de los sectores en donde se realizará el esfumado.
Antes de comenzar a explicar cómo deben aplicarse los tonalizadores cabe aclarar que existen diferentes tipos de rostro (redondos, cuadrados, ovalados, alargados). Por regla general el rostro ovalado es considerado el rostro perfecto con lo cual lo que se intentará con los tonalizadores, es dar al resto de los tipos de rostro, el mismo aspecto que el rostro ovalado.
Para esto debemos trazar unas líneas imaginarias en el rostro para poder explicar cuáles serán las zonas que se deben tonalizar de acuerdo al tipo de rostro.

- La primer línea imaginaria que trazaremos será una línea vertical que dividirá la cara al medio pasando por el medio de la frente, nariz y mentón.
- La segunda línea (línea A que figura en el dibujo) irá en diagonal comenzando en el centro del mentón y pasando por la comisura del labio y el borde de la ceja.
- Y la última línea (línea B que figura en el dibujo) irá paralela a la línea “A” pero comenzando desde el borde superior de la oreja.
A partir de ésta división imaginaria del rostro pasaremos a explicar dónde debe aplicarse el tonalizador según los diferentes tipos de rostros:

En el caso de los rostros cuadrados que tienen la característica de ser anchos se colocará el tonalizador desde la línea B hacia el contorno de la cara (zona rayada del dibujo). Además se podrá aplicar un poco de luz en el mentón, aplicando un tonalizador claro para dar la sensación de un rostro más alargado. Siempre es conveniente marcar los pómulos para lograr el efecto deseado en el maquillaje.
En el caso de los rostros redondos que son más anchos que largos ya que se ensancha en el área de los pómulos y se redondea hacia la mandíbula se procederá a colocar el tonalizador en la misma área que se aplica para los rostros cuadrados pero procurando que el tonalizador no sea demasiado oscuro.

En el caso del rostro alargado que tiene la particularidad de presentar pómulos altos y el mentón bastante afinado, deberemos realizar exactamente lo contrario a los casos presentados anteriormente. Ya que para éste tipo de rostro debemos aclarar la zona que en los casos anteriores oscurecimos (zona rayada del dibujo) y oscurecer el resto del rostro (zona punteada del dibujo), de ésta manera lograremos ensanchar visualmente el rostro. También en éste caso podrá aplicarse un rubor más oscuro en los pómulos para otorgarle un poco más de volumen al maquillaje pero procurando no extendernos demasiado hacia el centro del rostro.
En el caso de los rostros ovalados no será necesario utilizar los tonalizadores, sólo bastará con resaltar los pómulos utilizando rubor.